En
relación con otros medios de comunicación, la radio genera una situación
comunicativa muy particular, en la que emisor y receptor “se ven sin ser vistos”,
en la que “se perciben espacios sin ser percibidos”, en la que, sobre la nada,
se dibujan mares, ríos, montañas, animales, rostros, sonrisas, tristezas...
La
radio, como muchas veces se ha dicho, es un medio “ciego”, pero también es, al
mismo tiempo, un mundo “a todo color”. Todos los avances tecnológicos
que se han ido incorporando a la radio han incidido en un mismo sentido: la
mejora de la calidad del sonido y su mejor y mayor difusión.
La investigación propone que
para conocer bien a la radio es necesario
comprender dos de las tradiciones académicas de las transmisiones radiofónicas más importantes, una propuesta por Rudolf Arnheim, y la otra, por Paul
Lazarsfeld. La primera tradición busca comprender a la radio desde un punto de
vista estético, centrándose en las especificidades de la comunicación
radiofónica; mientras que la otra, describe de manera sociológica los hábitos
de consumo de los receptores radiales. O sea, la tradición arnheimiana centrara la mirada en el mensaje-canal-lenguaje y la
tradición lazarsfeldiana concentrará
su punto de vista en el comportamiento de los auditores- consumidores.
Cuando científica o
académicamente nos proponemos ha escrudiñar qué estructuras conforman la radio,
nos topamos con ciencias que apoyan tales intenciones como: la antropología, la
etnografía, la etnomusicología, la semiótica; y en todo su esplendor, la
cultura.
Rudolfh Arnheim, aporta
numerosos estudios, en algunos de los cuales se preocupa por la construcción de
significados en la comunicación radiofónica, mancomunando sonido y cultura.
Esto nos invita a la posibilidad de abrir un nuevo mundo, que aún no ha sido
reconocido y explorado por la indagación científica de los “mass media”. Nos
permite estrechar vínculos entre la relación de la reflexión y la tecnología,
atribuyéndole un considerado ilustrativo, por el cual los destinatarios manejan
su propia interpretación de la labor radial y sus repercusiones.
Imagen extraída de: Chiapas Paralelo |
Tratar
de buscar un recorrido histórico en las investigaciones científicas que
rodean la radio no es nada fácil, ya que es un mundo totalmente amplio, que va
desde los medios de comunicación hasta aspectos del lenguaje contemporáneo, y, sin
lugar a dudas, una amplia antropología radial. Desde la imaginativa definición
radial descrita en un texto del siglo XVII, en donde descansa la mística de las
radios parlantes hasta las teorizaciones europeas prestigiosas, radio studies y hasta el modelo utópico chileno.
Es por
ello que los resultados de estas investigaciones son considerados confidenciales
y se reservan para quienes las han solicitado, que generalmente son agencias
publicitarias, medios de comunicación o instituciones públicas. Un
ejemplo que nos muestra esta literatura es Chile, donde la investigación
científica de la radio tiene el perfil instrumental-sociológico. Refiriéndonos
a esto, se remarcó entonces que, al pensar antropológicamente en los
medios de comunicación, nos abriría un sinnúmero de sucesos aún no explorados
por la investigación científica de las mass
media.
Tan acelerada
tecnológicamente como el hombre en sus investigaciones se desplaza la radio. Se necesita tanto de ver como
de escuchar. Algunos expertos aconsejan mejor “oír en este mundo precipitado
porque apenas las personas se sientan para apreciar un audiovisual”, esto
permite que la imaginación y la creatividad se encarguen de vislumbrar una
nueva imagen dentro de nuestra mente.
Ya lo mencionaba
Rudolfh Arnheim, es un medio “sin vista”, pero en el cual puedes observar más
de lo que existe a tu alrededor.